Con información de EFE

El Tribunal Supremo de Estados Unidos respaldó la ley del estado de Tennessee que prohíbe el acceso de los menores trans a bloqueadores de pubertad y terapias hormonales a pesar de que los jueces han dudado de su capacidad para decidir sobre la materia.

Durante la audiencia, impulsada por una denuncia de menores trans, sus padres y un médico contra la ley de Tennessee conocida como SB1, los jueces, en su mayoría conservadores, se han mostrado escépticos a enfrentarse a la norma estatal.

Al respecto, el presidente del Supremo, el magistrado John Roberts, justificó su escepticismo al alegar que están “extraordinariamente desprovistos de experiencia”.

Roberts no ha sido el único juez conservador que ha dudado de la capacidad del Tribunal para determinar esta cuestión.

Asimismo, el magistrado Brett Kavanaugh tampoco estaba muy convencido de que esta decisión tenga que ser adoptada por los tribunales y, a su juicio, sería mejor que lo hiciese los parlamentos elegidos democráticamente.

Por su parte, la magistrada progresista Sonia Sotomayor se ha posicionado en contra de Kavanaugh y le ha recordado otros casos de discriminación donde tampoco se les protegió, como a las mujeres y a las personas negras.

Las tres magistradas liberales – Sotomayor, Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson – se han mostrado partidarias de acabar con la prohibición aprobada por Tennessee, en línea con la postura del Gobierno del presidente Joe Biden que ofreció su apoyo a los denunciantes al considerar que era una ley discriminatoria.

“En pocas palabras, un adolescente asignado como mujer al nacer no puede recibir bloqueadores de la pubertad o testosterona para vivir como varón, pero un adolescente asignado al nacer como varón sí puede”, alegó el ejecutivo federal.