Con información del Nuevo Herald.
A tres semanas del vencimiento del TPS para venezolanos, la ciudad del Doral ha empezado a sufrir las consecuencias de la medida migratoria.
La ciudad de Miami, mejor conocida como “Doralzuela”, a más de 84.000 residentes, de los cuales más del 40 % tienen raíces en Venezuela.
“Gran parte de nuestra comunidad venezolana tiene TPS. Muchos son dueños de negocios. Otros son trabajadores que han desempeñado un papel crucial en mantener nuestra economía en auge”, expresó el concejal Rafael Pineyro, nacido en Caracas.
Según la Alcaldía, Doral alberga ciudadanos de 18 países; sin embargo, “en cada empresa, en cada negocio, se encuentran empleados venezolanos, muchos trabajando legalmente gracias a las dos medidas del TPS”, indicó Pineyro.
Fundada en 2003, Doral pasó de ser un área principalmente rural a una de las zonas más pujantes del área metropolitana de Miami, que pertenece al condado Miami-Dade. Allí tienen sus sedes las principales cadenas de televisión en español, Telemundo y Univision, el gigante de los cruceros Carnival, las aerolíneas Avianca y El Al, así como el Comando Sur de las Fuerzas Armadas estadounidenses.
Asimismo, la vicealcaldesa Maureen Porras ha advertido que Doral podría sufrir un “colapso económico devastador” si disminuye la comunidad venezolana en la ciudad.
Mientras que vendedores de la ciudad relatan que “la gente ya se ha empezado a esconder y a ahorrar. Tengo muchos amigos con TPS que se están preparando para funcionar como indocumentados”.
Además, reveló que su empresa ha registrado la devolución de 162 vehículos en las últimas semanas. “Los habían sacado para trabajar en negocios de repartición de comida o de productos de supermercados, o hasta chóferes de Uber y Lyft, pero tienen miedo que eso los haga más vulnerables si hay redadas de deportación”, señaló.
La encargada de un servicio de lavado de vehículos indicó que el tráfico de clientes cayó en 50 % desde que se anunció la decisión de no renovar el TPS. Aseguró que las ventas han bajado aún más. “Ya nadie pide el servicio ‘premium’ (el más costoso)”, indicó.
Varios locales de la ciudad exhiben nuevos anuncios buscando empleados. “Nadie con TPS quiere estar en servicio al público”, indicó una vendedora de una tienda de alimentos.