Con información del Diario las Américas.

La Corte Suprema de Florida rechazó el recurso presentado por Michael Bell para suspender su ejecución programada el 15 de julio en Jacksonville por los asesinatos de Jimmie West y Tamecka Smith en 1993, avalando la “evidencia abrumadora” del caso y empujando al Estado a igualar su récord de ocho ejecuciones en un año, según reportó la estación de radio pública NPR.

La decisión unánime de los jueces rechazó los argumentos de Bell sobre nueva evidencia, y de llevarse a cabo, será el octavo recluso ejecutado este año, igualando un récord establecido en Florida en 1984 y repetido en 2014.

La defensa de Bell fundamentó su solicitud en la supuesta retractación de dos testigos claves, Henry Edwards y Charles Jones, quienes en un documento ante la Corte afirmaron haber declarado originalmente a cambio de favores policiales.

Sin embargo, en la audiencia de pruebas del 23 de junio en el circuito de Duval, ambos invocaron la Quinta Enmienda y se negaron a responder sobre su cambio de postura y las posibles irregularidades fiscales y policiales, alegando temor a ser procesados por perjurio.

El juez de circuito Jeb Branham desestimó estas objeciones, y la Corte Suprema respaldó su resolución al destacar, en una opinión principal de 53 páginas, la “evidencia abrumadora” de culpabilidad.

Según el fallo, algún tiempo antes de los asesinatos, Bell les dijo a varias personas que quería vengarse por la muerte de su hermano meses antes.