Con información de EFE.
Activistas de PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales) se congregaron el domingo 12 de octubre para celebrar el cierre del Miami Seaquarium, un momento largamente esperado tras décadas de denuncias. La clausura ocurre después de años de presión pública y litigios, especialmente por el cautiverio de la orca Lolita, que falleció en 2023.
Bajo el intenso sol de Miami, los manifestantes alzaron carteles con mensajes como “En Memoria de Lolita” y “Cierren todos los parques marinos”. A pesar de que el cierre legal definitivo aún está pendiente en las cortes, el grupo calificó la jornada como “histórica”.
Una activista de PETA, Wendy Fernández, expresó que el acuario “por fin está cerrando hoy después de más de 50 años de encerrar animales en tanques de concreto pequeños y negarles atención veterinaria”.
Las denuncias de PETA y otros grupos ecologistas se basaron en múltiples violaciones al bienestar animal, documentadas por el USDA (Departamento de Agricultura de EE. UU.). Los informes señalaron condiciones inadecuadas en los tanques, falta de atención veterinaria y el sufrimiento de los animales, lo que condujo a varias muertes.
El cierre es el resultado de una batalla legal con el condado de Miami-Dade, que canceló el contrato de arrendamiento del parque en 2024 debido a estos incumplimientos. Aunque el operador, The Dolphin Company, se negó a desocupar el lugar, la reciente declaración de bancarrota federal de la empresa podría agilizar el proceso de desalojo.
El futuro del sitio parece prometedor. Terra Group, el nuevo propietario, ha propuesto transformar el espacio en un centro de educación y conservación, eliminando los espectáculos con animales. Este proyecto, que aún requiere la aprobación de la Corte de Quiebras, busca crear un acuario moderno con exhibiciones inmersivas, espacios verdes y paseos frente al mar.