Con información de EFE.
Nicolás Maduro decretó este lunes la cancelación «inmediata» de los pactos energéticos relativos al gas con Trinidad y Tobago. La determinación surge a raíz de lo que calificó como una «amenaza» de la primera ministra trinitense, Kamla Persad-Bissessar, de convertir el país insular en un «portaaviones» de Estados Unidos contra Suramérica.
Maduro declaró la «suspensión total» después de aprobar una propuesta ministerial para detener los acuerdos, tras el arribo de un destructor de la Armada de EE. UU. a Trinidad y Tobago para efectuar maniobras militares.
El líder chavista explicó que se trata de una «medida precautoria de paralización inmediata» y solicitó dictámenes a las altas instancias del Estado para tomar una «resolución estructural» en el corto plazo.
Maduro tildó a Persad-Bissessar de ser una «promotora de la confrontación», y argumentó que la única alternativa posible es la ruptura de la cooperación frente a la supuesta instrumentalización del país vecino por parte del «imperio estadounidense».
Horas antes, la vicepresidenta Delcy Rodríguez había propuesto la «denuncia inmediata» del acuerdo marco de cooperación energética, vigente desde 2015. Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de la isla caribeña negó que los ejercicios militares sean para propiciar hostilidades contra Venezuela, insistiendo en que su verdadero propósito es el combate al crimen transnacional.