Con información de EFE.

Bajo órdenes directas del presidente Donald Trump, fuerzas militares estadounidenses llevaron a cabo un ataque de precisión en el noroeste de Nigeria contra campamentos vinculados al grupo terrorista ISIS.

La operación, que incluyó el lanzamiento de misiles Tomahawk desde el Golfo de Guinea, tuvo como objetivo debilitar a las milicias responsables de ataques sistemáticos contra comunidades cristianas en la región de Sokoto.

El secretario de Guerra, Pete Hegseth, confirmó la efectividad de los bombardeos y destacó la colaboración del gobierno nigeriano en estas acciones de contraterrorismo.

Por su parte, el presidente Trump advirtió que no tolerará la persecución de inocentes y que las fuerzas armadas están preparadas para continuar con estas intervenciones si la violencia religiosa persiste. Informes recientes indican que, en lo que va del año, más de 7.000 cristianos han sido víctimas de grupos radicales en suelo nigeriano.