Con información del Diario las Américas
El alcalde de Miami, Francis Suárez, vetó la ordenanza que habría restaurado las pensiones vitalicias para los funcionarios electos de la ciudad.
Esta decisión originó un intenso debate sobre la compensación de los servidores públicos y la responsabilidad fiscal.
Suárez justificó su veto ya que estas pensiones representarían una carga injusta para los contribuyentes de clase trabajadora de Miami.
«Nunca he sentido que esto sea correcto», afirmó el alcalde, en la que además, destacó que esos beneficios habrían ascendido a más de 4 millones de dólares.
De la misma manera, señaló que los comisionados ya reciben un salario anual de más de 100.000 dólares, sugiriendo que esta compensación es suficiente sin necesidad de pensiones adicionales.
Es de mencionar, que la decisión de Suárez es contraria a una votación previa de los comisionados, quienes habían aprobado la medida con un resultado de 3-2 a favor de restaurar las pensiones.