Con información de Infobae.
El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, se reunió con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para reafirmar el respaldo de la administración Trump al frágil cese del fuego en Gaza.
La visita se produce en un momento crítico, con la organización terrorista Hamás mostrando reticencia a cumplir con puntos clave del acuerdo de paz.
El pacto estipula que Hamás debe entregar los 20 rehenes que mantiene con vida y los restos de otros 28 secuestrados, a cambio de la retirada de las fuerzas israelíes del centro de la Franja. Sin embargo, el incumplimiento de Hamás ha llevado a Netanyahu a no descartar la reanudación de las operaciones militares.
Para evitar un colapso del acuerdo, los negociadores estadounidenses, junto a mediadores de Qatar, Egipto y Turquía, están ejerciendo una fuerte presión diplomática. Se ha acordado que equipos de rescatistas turcos, con experiencia en terremotos, ingresen a Gaza para ayudar en la localización de los cuerpos de los rehenes fallecidos.
Un obstáculo fundamental sigue siendo la exigencia de que Hamás entregue todo su armamento y permita el desmantelamiento de su infraestructura militar, una condición que la organización terrorista se resiste a aceptar. El presidente Donald Trump emitió una severa advertencia desde la Casa Blanca, asegurando que si Hamás rompe el acuerdo, «serán erradicados».

