David Beckham deberá saltar la que podría ser la última valla para ver realizado su sueño de tener un club de la MLS con estadio propio en Miami. El alcalde de Miami Francis Suárez informó en días pasados que llegaron a buen puerto las negociaciones entre la ciudad y los directivos del Inter Miami para un proyecto urbanizador de mil millones de dólares. Ahí se incluye el estadio de fútbol con capacidad para 25,000 personas.

Diario Las Américas recuerda que en un referéndum en el verano del 2018, los ciudadanos de Miami votaron en favor del plan del Inter sin necesidad de licitación. Por ello, el acuerdo necesita la aprobación de cuatro de los cinco comisionados de Miami. En los próximos días, los funcionarios de la ciudad presentarán este proyecto a los comisionados.

La votación se programará para dentro de unas semanas. El plan considera construir un enorme centro comercial, un hotel, parques y el estadio. Todo lo que implique cemento ocupará 73 acres y los restantes 58 acres se convertirán en parques, según los términos del referéndum del 2018.

Si se consiguen los cuatro votos que se necesitan de los cinco comisionados para dar luz verde al proyecto, solo faltará conseguir las aprobaciones de zonificación y de la Comisión Municipal para empezar a construir.

Esta historia se remonta al 2007, cuando la MLS convenció al astro inglés que dejara el linajudo Real Madrid por el Galaxy de Los Angeles. A cambio le dio un millonario salario. Y, lo más importante, le congeló en 25 millones de dólares el precio de una franquicia en la liga si decidía tomar esa opción.

 

En febrero del 2014, Beckham anunció en Miami que ejercía su opción para abrir una franquicia de la MLS en Miami. Ya entonces el precio real de un club había subido a 150 millones de dólares y ahora pasa los 200 millones.

Recién en enero del 2018, tras una auténtica odisea, el ex capitán de la selección inglesa de fútbol afirmó que había encontrado en los hermanos Jorge y José Mas los socios inversionistas que le hacían falta para llevar adelante el proyecto.

Mientras otras franquicias de expansión en la MLS avanzaban sin tropiezos y construían sus estadios como en el caso de Orlando City, Los Angeles FC, FC Cincinnati y Nasville SC, la idea de Beckham se frustró cuando quiso levantar su estadio en el puerto de Miami y luego en los alrededores del Parque de los Marlins.

“Habrá algunos tropiezos en el camino, pero vamos a formar un equipo no solo que sea el mejor de Estados Unidos, sino que tenga presencia global”, prometió el ídolo inglés. “En el área de Miami hay pasión por el deporte me siento muy entusiasmado con este sueño de la MLS y mío”.

En el 2020, el año de la pandemia, el Inter Miami se convirtió en la franquicia de expansión en la MLS y desde entonces juega de local en un estadio construido en nueve meses en Fort Lauderdale.

Si todo sale bien, dentro de tres años, el Inter jugará en su nueva casa. Y esa infraestructura servirá de paso como un atractivo más de Miami en su candidatura para ser una de las subsedes principales del Mundial del 2026, que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá.