Con información de Diario Las Américas
La administración de Joe Biden sancionó el jueves a 16 funcionarios venezolanos, entre ellos miembros del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y del Consejo Nacional Electoral (CNE), tras el fraude electoral, pero se abstuvo de apretar el castigo al sector petrolero cuando faltan menos de dos meses para las presidenciales en Estados Unidos, en las que la vicepresidenta, la demócrata Kamala Harris, se postula para ocupar el máximo cargo en la Casa Blanca.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro indicó en un comunicado que entre estos altos cargos se encuentran miembros del CNE, entidad que proclamó la cuestionada victoria de Nicolás Maduro sin que el chavismo haya hecho públicas de momento las actas, así como varios magistrados del Tribunal Supremo.
La industria petrolera de Venezuela se halla bajo sanciones desde 2019. Washington las levantó parcialmente durante seis meses, pero las reimpuso en abril pasado al considerar que el mandatario Nicolás Maduro había incumplido sus promesas electorales. La medida de la administración demócrata ha sido criticada porque oxigenó al régimen chavista.
Aun así, la Casa Blanca ha decidido otorgar licencias individuales para operar en Venezuela a varias petroleras, como la estadounidense Chevron o la española Repsol y la francesa Maurel & Prom.