Con información de DW
El gobierno del presidente estadounidense Joe Biden impulsó el jueves una norma que acelera la negación de asilo a migrantes que representan un peligro para «la seguridad nacional o pública» de Estados Unidos.
Es la última medida del demócrata para intentar convencer al electorado de que es proactivo frente a la afluencia de migrantes que cruzan la frontera sin visa y sin usar las «vías legales», como pedir cita a través de una aplicación de teléfono móvil, hacer los trámites en los países por los que pasan o acogerse a permisos humanitarios.
La migración se ha convertido en un tema central de la campaña para los comicios de noviembre que disputará con su predecesor republicano Donald Trump, quien amenaza con una deportación masiva de migrantes si regresa a la Casa Blanca.
El jueves, el Departamento de Seguridad Interior (DHS) impulsó un nuevo reglamento que permite acortar el proceso para negar el asilo a un migrante que no pueda optar a él según la legislación estadounidense.
Afecta a una cantidad «pequeña» de migrantes, pero permite expulsarlos «más rápidamente», señala en un comunicado, sin especificar a cuántos.