Con información de El Pais 

El presidente de Estados Unidos Joe Biden llegó el sábado a Florida debido a los daños causados por el huracán Idalia a su paso por el estado. A diferencia de cuando DeSantis participó con el mandatario tras el paso del destructivo huracán Ian en octubre del año pasado, en esta oportunidad, evitó al ilustre visitante.  Ni este desastre natural ha servido para enterrar la competencia política en público.

El presidente y el gobernador hablaron por teléfono durante la semana pasada y el Gobierno federal ha prestado asistencia en las tareas de respuesta al huracán, pero ante la llegada de Biden, lo que ha hecho DeSantis es decir que la logística de un viaje presidencial complicaba las tareas de rescate.

La responsable federal de los servicios de emergencias, Deanne Criswell, estuvo preparando la visita con el equipo de DeSantis y tanto ella como la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, han asegurado que no dio ninguna indicación de que no fuera a estar presente.

Biden sobrevoló en helicóptero el condado de Suwanee, la zona más afectada por el huracán, y ha acudido después a Live Oak, su capital, una población de algo menos de 7.000 habitantes. Se ha reunido con los equipos de emergencia, a los que ha elogiado por su trabajo, y con afectados, a los que ha prometido más ayuda durante una intervención ante una de las casas dañadas por el huracán.