La estrella del baloncesto estadounidense Brittney Griner regresó a casa el jueves por la noche, liberada de una prisión rusa a cambio de que Estados Unidos liberara al notorio traficante de armas ruso Viktor Bout en la culminación de una saga de ocho meses de alta diplomacia y esperanzas frustradas. Pero Estados Unidos no logró la libertad de otro estadounidense, Paul Whelan, encarcelado en Rusia durante casi cuatro años.
El acuerdo que se traduce en el segundo en ocho meses en medio de las tensiones por la invasión rusa de Ucrania, aseguró la liberación del estadounidense más prominente detenido en el extranjero y logró un objetivo principal para el presidente Joe Biden. Sin embargo, acarreó lo que los funcionarios estadounidenses reconocieron como un alto precio.
“Está a salvo, está en un avión, va de camino a casa”, dijo Biden desde la Casa Blanca, donde estuvo acompañado por la esposa de Griner, Cherelle, y funcionarios de la administración. Como se recordará, Griner estuvo detenida en Rusia durante 10 meses tras ser arrestada en febrero por cargos de contrabando de drogas en un aeropuerto del área de Moscú.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia confirmó el intercambio y dijo en un comunicado difundido por las agencias de noticias rusas que el intercambio tuvo lugar en Abu Dhabi y que Bout había sido trasladado a casa. Los medios rusos mostraron a Griner bajando de un avión ruso en Abu Dhabi, donde fue recibida por un funcionario estadounidense.
El hecho de que el trato fuera un intercambio de uno por uno fue una sorpresa dado que los funcionarios estadounidenses habían expresado durante meses su determinación de traer a casa tanto a Griner como a Whelan, un ejecutivo de seguridad corporativa de Michigan encarcelado en Rusia desde diciembre de 2018 por espionaje, cargos que su familia y el gobierno estadounidense ha dicho que son infundados.
AP detalla así que, el mandatario Joe Biden recalcó: “No nos hemos olvidado de Paul Whelan… Seguiremos negociando de buena fe la liberación de Paul”.