Con información de DW.
La Casa Blanca, bajo la dirección de Donald Trump, planea aprovechar la actual parálisis administrativa para despedir a «miles» de empleados federales, en un esfuerzo por acelerar su objetivo de reducir el tamaño del gobierno.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó que los despidos son una posibilidad real y culpó a la oposición demócrata por el cierre. «Estas conversaciones no estarían ocurriendo si los demócratas hubieran votado para mantener abierto el Gobierno», declaró.
Por su parte, el director de la Oficina de Administración y Presupuesto, Russell Vought, adelantó que las remociones de funcionarios públicos son «inminentes».
El propio presidente Trump ha calificado la situación como una «oportunidad sin precedentes» para adelgazar el aparato estatal, responsabilizando a los «demócratas radicales» por el bloqueo.
El cierre de gobierno se debe a un punto muerto entre ambos partidos sobre la financiación de programas de sanidad, en medio de acusaciones mutuas de intransigencia.