Con información de DW
Los intensos bombardeos israelíes efectuados el lunes en Líbano dejaron hasta ahora 558 muertos, entre ellos 50 niños y 94 mujeres, así lo anunció el ministro de Salud, Firas Abiad, en una rueda de prensa el martes. «La gran mayoría, si no todos, eran personas no armadas que se encontraban en sus casas», destacó el funcionario.
Este el balance más alto de víctimas mortales en una jornada desde la guerra de 34 días que Israel y el movimiento proiraní Hezbolá libraron en 2006. La ONU se mostró el martes «profundamente preocupada por la grave escalada de hostilidades en los ataques que vimos ayer» en el Líbano.
«Decenas de miles de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares ayer y esta noche y el número no deja de aumentar», declaró un portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), Matthew Saltmarsh, en una rueda de prensa en Ginebra.
«Se trata de una región que ya fue devastada por la guerra y un país que conoce demasiado bien el sufrimiento», lamentó.