Con información de Telemundo 51
El cierre parcial del gobierno federal de Estados Unidos, que hoy cumple 35 días y se encamina a ser el más largo de la historia, está generando un efecto dominó devastador en el programa de asistencia alimentaria SNAP (conocido como sellos de comida), afectando a más de 42 millones de beneficiarios y a la economía local. El fracaso del Senado en aprobar una medida para reabrir el gobierno agrava la crisis de financiación del programa.
Impacto Directo en la Economía Local:
La suspensión y reducción de fondos de SNAP ha provocado un recorte de aproximadamente el 50% en los pagos de los cupones de comida. Este golpe no solo afecta a las familias, sino que está siendo sentido fuertemente por supermercados y bodegas, especialmente en el sur de Florida, que dependen en gran medida de estas transacciones.
Francis Rodríguez, presidente de la Asociación Nacional de Supermercados de Florida, enfatizó la gravedad de la situación: «Estamos sintiendo el dolor porque la gente está seleccionando en los productos que compran y en las tiendas que van.» Rodríguez señaló que muchos de los 125 negocios que representa dependen de las ventas de SNAP, y que para algunas tiendas, este programa puede representar del 30% al 50% de sus ingresos, lo que implica un «dolor fiscal grande.»
Escasez y Repercusiones en las Familias:
Minelis Cruz, propietaria de los supermercados Sabor Tropical, describió el impacto en sus clientes: “El éxodo de nuestros clientes ha disminuido… uno ve cuando las tarjetitas les están rebotando.” Sus clientes, que suelen adquirir productos esenciales como leche, pan, huevos y arroz con los sellos de comida, ahora enfrentan una limitación crítica.
El Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA) comunicó recientemente que utilizaría fondos de contingencia para cubrir el 50% de los beneficios de noviembre, en respuesta a una orden judicial. Sin embargo, esta medida parcial no es suficiente para amortiguar el golpe, y la USDA ha advertido que podrían pasar semanas o meses hasta que los beneficiarios puedan recibir sus pagos parciales.
La dueña de Sabor Tropical afirmó que, a pesar de la crisis, su negocio continuará respetando la regla del USDA que exige igualdad de trato, asegurando que el precio y las condiciones de compra de los comestibles deben ser idénticos para todos los clientes, independientemente de su método de pago.