Con información de EFE

Carlos De Oliveira, empleado del expresidente Donald Trump, fue formalmente acusado por un juez de Miami en la causa de los documentos clasificados, tras lo cual quedó en libertad bajo fianza. El juez Edwin Torres le leyó los cargos a De Oliveira y además, lo citó nuevamente para el 10 de agosto en Fort Pierce, donde está asentado el caso que preside la jueza Aileen Cannon.

Durante una breve audiencia, De Oliveira, de origen portugués y administrador del club Mar-a-Lago de Palm Beach (Florida), donde Trump tiene su residencia, aseguró que entendía los cargos.

De Oliveira fue incriminado la semana pasada por el fiscal especial Jack Smith por supuestamente haber solicitado que se borraran imágenes de las cámaras de seguridad que habían reclamado los investigadores del caso. El juez Torres aceptó la libertad bajo fianza teniendo en cuenta que la Fiscalía no se opuso, pero sin embargo le solicitó a De Oliveira entregar el pasaporte.

Al respecto, el nuevo acusado contestó al juez que no tenía pasaporte portugués, sino estadounidense y que éste estaba vencido. También señaló que carecía de recursos para pagar una fianza, que no era dueño de una vivienda en Palm Beach, donde reside, sino que rentaba. De Oliveira está imputado de conspiración para obstruir la justicia, alterar, destruir, mutilar u ocultar grabaciones y otros objetos, hacerlo “de forma corrupta”, y falsas declaraciones, de acuerdo con el documento judicial de su imputación.