Con información de EFE.
El Aeropuerto de Newark (Nueva Jersey), que atiende a la zona metropolitana de Nueva York, impuso fuertes limitaciones a los vuelos entrantes este domingo, un hecho provocado por la insuficiencia de controladores aéreos. Esta situación ocasionó retrasos de dos horas o más, los cuales podrían extenderse hasta la noche.
La Administración Federal de Aviación (FAA) estableció un esquema de demoras en Newark, operativo hasta las tres de la madrugada, citando problemas de dotación de personal. Esto ocurrió tras una breve paralización total del tráfico aéreo implementada previamente en la mañana, consecuencia directa de la prolongada paralización de las actividades del Gobierno federal (cierre administrativo).
Según el sitio web de la FAA, los tiempos de espera promedio alcanzaron los 218 minutos durante la tarde del domingo.
La Oficina de Gestión de Emergencias de Nueva York indicó que los arribos a Newark se restringieron a cerca de 20 aeronaves por hora en la tarde. Además, advirtió que la FAA podría dictar una «suspensión total» si la escasez de personal o la demanda de vuelos se incrementan.
Efecto Domino en Otros Aeropuertos
La medida en Newark repercutió en los viajes de la región neoyorquina, ya que las dilaciones a menudo se extienden a los otros dos grandes aeropuertos de la metrópoli: LaGuardia y John F. Kennedy (JFK). El pasado viernes, la FAA ya había decretado la suspensión temporal de vuelos en JFK y LaGuardia debido a la confluencia de la falta de personal y los fuertes vientos.
La autoridad reguladora también impuso un esquema de atrasos en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles (LAX) por motivos de plantilla, con demoras promedio de 61 minutos.
Aunque los controladores de tráfico aéreo son considerados esenciales y deben permanecer en sus puestos, incluso sin recibir su remuneración, la tensión laboral ha llevado a que un número considerable falte a sus tareas, alegando quebrantos de salud.