Con información de EFE 

El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes afirmó que el helicóptero en el que murió el presidente Ebrahim Raisí siguió el plan de vuelo, no se han hallado impactos de bala en el aparato y se incendió una vez estrellado, por lo que no ve indicios sospechosos en el siniestro.

Según el informe sobre la investigación preliminar del siniestro publicado a última hora del jueves por la agencia estatal IRNA, el aparato siguió la ruta planeada y no se desvió del plan de vuelo, y en las conversaciones de la tripulación con la torre de vigilancia no se observaron “casos sospechosos”.

“Tras chocar con una montaña, el helicóptero se incendió”, asegura la investigación.

Las fuerzas armadas del país persa destacan también que la complejidad de la zona, la niebla y las bajas temperaturas dificultaron las operaciones de rescate, por lo que no se logró localizar el helicóptero hasta primera hora de la mañana, horas después de su desaparición el domingo por la tarde.

El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes asegura que se han recogido un gran número de documentos y evidencias sobre el accidente, por lo que es “necesario más tiempo para examinar algunas de las partes y documentos”. La publicación del informe se ha producido después de que algunos medios iraníes criticaran a las autoridades por el tratamiento de la información del siniestro y levantaran sospechas acerca de la naturaleza del mismo.