Con información de Miami Diario 

Los alumnos de las Escuelas Públicas comenzaron el lunes su nuevo año escolar, enfrentándose a una nueva realidad. La implementación de detectores de metales es una realidad.

Este cambio, diseñado para mejorar la seguridad escolar, marcó un hito en el inicio del año académico. Además, llevó a una serie de desafíos y ajustes tanto para los estudiantes como para el personal.

A través de las redes sociales se evidenciaron largas filas en las entradas de las escuelas secundarias, al menos en los 31 campus que se adaptaban a la nueva tecnología de seguridad. Los estudiantes, que antes solo tenían que preocuparse por los horarios y profesores, ahora se enfrentaron a la novedad de pasar por detectores de metales. Todo esto antes de poder ingresar a los salones de clase.

La intención detrás de toda esta incomodidad es responder a las preocupaciones sobre la seguridad en las escuelas de Broward. Pretende mantener las armas fuera de los institutos educativos y garantizar a todos, un espacio más seguro.

En la Escuela Secundaria Flanagan en Pembroke Pines, las largas esperas bajo el sol se convirtieron en una queja común entre los padres. La superpoblación estudiantil el primer día causó que algunos de los detectores de metales se apagaran temporalmente. Era la única forma de que los alumnos llegaran a tiempo a sus clases. A pesar de las buenas intenciones detrás de la medida, la implementación reveló desafíos logísticos que aún necesitan ser abordados.

El superintendente Howard Hepburn indicó que, aunque la introducción de los detectores de metales es un paso importante hacia la seguridad, el proceso podría necesitar ajustes para mejorar su eficacia.

De acuerdo con la experiencia sobre el tema en otros distritos escolares de Florida, estos desafíos son comunes al principio. Por lo tanto, las autoridades escolares de Broward esperan que todo se estabilice en los próximos días.