Con información de CNN.
Un jurado en Tallahassee, Florida, encontró a Donna Adelson, de 75 años, culpable de homicidio en primer grado por orquestar el asesinato de su exyerno, el profesor de derecho Dan Markel, en 2014. La condena se produjo después de un juicio de dos semanas en el que la fiscalía la presentó como la mente maestra de un complot que involucraba a varios miembros de su familia.
Adelson, quien no testificó en su propia defensa, fue acusada de planear el crimen para poner fin a una amarga disputa por la custodia de sus nietos, hijos de su hija Wendi y Markel. El caso, que ha sido el tema de varios documentales, ha cautivado a la nación.
Durante el juicio, la fiscalía presentó una variedad de pruebas, incluyendo llamadas telefónicas interceptadas, testimonios de informantes de la cárcel y el testimonio de su hijo, Charles Adelson. La defensa, por su parte, intentó restar importancia a la disputa familiar y presentó a varios testigos de carácter. Sin embargo, no fue suficiente para convencer al jurado.
La decisión de Donna Adelson de no testificar fue notable. Justo antes del veredicto, ella le dijo al juez que la decisión afectaría el resto de su vida y que no se sentía preparada para tomarla. A pesar de su indecisión, el juez insistió en que debía decidir, recordándole que estaba en la misma posición que cualquier otro acusado. Después de una larga pausa, finalmente dijo que no quería testificar, lo que fue un cambio de planes con respecto a lo que sus abogados habían anunciado previamente.