Con información de Infobae.
El gobierno de Estados Unidos, bajo la dirección del presidente Donald Trump, ha dado luz verde a Ucrania para efectuar ataques de profundidad en territorio ruso, con la supervisión del Pentágono.
La confirmación fue hecha este domingo por el enviado especial estadounidense para Ucrania, Keith Kellogg. «La respuesta es sí, usen la capacidad de golpear a fondo, no existen santuarios», manifestó Kellogg en una entrevista, aclarando que el permiso no es generalizado, sino que se aprueba cada operación de manera individual con la decisión final del presidente Trump.
Este giro en la política estadounidense responde a las gestiones de Kiev para obtener armamento avanzado. El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, solicitó personalmente a Trump misiles de crucero Tomahawk.
Aunque la decisión final sobre la entrega de estos misiles aún no se ha tomado, la autorización para usar las capacidades existentes marca un cambio significativo en la postura de Washington, que previamente había mostrado reservas sobre ataques a infraestructura rusa.
Kellogg señaló que «Rusia no está ganando esta guerra» y que esta medida es una respuesta a las recientes provocaciones de Moscú, incluyendo violaciones del espacio aéreo de países de la OTAN.
Paralelamente, un masivo ataque ruso con drones y misiles sobre Ucrania durante el fin de semana dejó al menos cuatro personas muertas en Kiev, incluida una niña. Polonia, en respuesta, activó sus cazas para proteger su espacio aéreo, elevando la tensión regional. El presidente Zelensky ha mantenido conversaciones con líderes de la OTAN para coordinar la respuesta internacional.

