Con información de La Vanguardia
Estados Unidos sigue soportando una abrasadora ola de calor que, durante los primeros días de julio, ha dejado temperaturas extremas en puntos de la costa oeste como California. En ciudades de ese estado como Palm Springs alcanzaron el pasado 5 de julio los 51 grados; Palmdale sufrió al día siguiente 46; y Redding siguió la misma estela esa jornada al llegar a los 48 grados.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) reconoce que EEUU está sufriendo una ola de calor “extremadamente peligrosa”, que durará varios días y registrará temperaturas altas de entre 32 y 43 de manera generalizada en la zona occidental del país, lo que representarán anomalías de entre 15 y 30 grados.
Es por esto que, el servicio meteorológico estadounidense cree que es probable que los récords de máximas y mínimas se igualen o rompan en los próximos días como resultado de este calor inusual.
Una de las situaciones más complejas se está viviendo en California. Ahí, además de las altas temperaturas que tienen que soportar residentes y visitantes, los bomberos trabajan para contener varios incendios activos y no se descarta que algunos vuelvan a activarse por el calor extremo.