Con información de EFE.

Estados Unidos y China cerraron este martes en Estocolmo su tercera ronda de negociaciones arancelarias sin un acuerdo, pero con la voluntad de extender la actual tregua, que expira el 12 de agosto y sobre la que el presidente de EE.UU., Donald Trump, tendrá la última palabra.

Una y otra parte consideraron positivo este último intercambio. Según el representante comercial estadounidense, Jamieson Greer, fue una discusión «muy productiva», mientras que el negociador chino Li Chenggang la calificó de «profunda, sincera y constructiva».

El secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, y Greer informarán este miércoles en persona a Trump en la Casa Blanca sobre lo discutido y este será quien se pronuncie sobre una ampliación del actual paréntesis arancelario por otros 90 días.

«La aprobaremos o no», dijo el líder republicano a bordo del avión presidencial Air Force One de regreso a Estados Unidos tras haber visitado Escocia, y donde destacó que Bessent le había transmitido que el encuentro con el equipo chino fue «muy bien».

Las dos partes llegaron al mismo con los aranceles del 145 % que EE.UU. impuso a los productos chinos y del 125 % que Pekín elevó sobre los estadounidenses, si bien durante la actual tregua Washington bajó los gravámenes al 30 % y China al 10 %.

Es de mencionar, que si no se llega a un acuerdo antes de mediados de agosto, según avanzó Greer, los aranceles sobre las importaciones chinas podrían rondar el 80 u 85 %, dependiendo del producto.