Con información de swissinfo

El cuarto debate de aspirantes republicanos para las elecciones presidenciales de EEUU inició el miércoles con un cruce de declaraciones entre el gobernador de Florida, Ron DeSantis, y la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley sobre la legalidad de tratamientos de cambio de género en menores de edad.

DeSantis fue el primero en recibir el turno de palabra y cargó directamente contra la también exembajadora de EEUU. ante la ONU alegando que ésta «se opone» a legislar contra la posibilidad de que menores de 18 años puedan recibir cirugías o tratamientos hormonales con el objetivo de cambiar de sexo.

«Propuse un proyecto de ley en Florida para detener la mutilación de género y ella se opone a ello (…) Si no estás dispuesta a defender a los niños. Si no estás dispuesta a levantarte y decir que está mal mutilar a esos niños, entonces no vas a luchar por la gente de tu país», sentenció el gobernador de Florida.

La réplica llegó inmediatamente por parte de Haley, asegurando que «nunca» dijo oponerse a ese proyecto de ley sino que consideraba que «no iba lo suficientemente lejos» porque, «aparte de involucrar a las escuelas, no contemplaba la palabra de los padres».

La ley propuesta por DeSantis en Florida busca limitar que se utilicen fondos públicos en tratamientos u operaciones de transición de género, prohibiendo procedimientos médicos en menores que utilicen un seguro de salud o instalaciones de hospitales y universidades que se financien públicamente.

El cuarto debate -tras los celebrados en Wisconsin, Florida y California- ofrece una de las últimas oportunidades para que DeSantis y Haley se presenten ante una audiencia nacional como la alternativa para los votantes republicanos que rechacen la candidatura de Trump, quien se enfrenta a 91 cargos por delitos graves.

El resto de candidatos son el empresario tecnológico Vivek Ramaswamy y el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie.