Con información de EFE.
El gobierno de Donald Trump activó este miércoles 4 de junio un incremento de los aranceles sobre el acero y el aluminio, que pasan a duplicarse hasta el 50 % y añaden más incertidumbre a las negociaciones con China o la Unión Europea (UE) para alcanzar acuerdos que pongan fin a la guerra comercial.
La subida decidida por el presidente, Donald Trump, promete afectar especialmente a países como Canadá, el gran suministrador de ambos metales a EE.UU., a grandes productores de acero como México, Brasil, Corea del Sur o Vietnam, y también a China, el segundo país que más aluminio vende a la primera economía mundial.
Según la orden ejecutiva, la medida es necesaria para que dichas importaciones «no amenacen con perjudicar la seguridad nacional».
El aumento «contrarrestará con mayor eficacia a los países extranjeros que continúan descargando excedentes de acero y aluminio a bajo precio en el mercado estadounidense, socavando así la competitividad de las industrias estadounidenses» del sector, señaló el mandatario en esa orden.
Para el mandatario estadounidense, aunque los gravámenes del 25 % han facilitado «un sostenimiento crítico de los precios» en el mercado nacional, todavía no han permitido que estas industrias desarrollen y mantengan las tasas de utilización de la capacidad de producción que son necesarias para su fortaleza y las necesidades de defensa nacional.