Con información de EFE.
Las autoridades estadounidenses han decidido mantener por tiempo indefinido las restricciones al tráfico aéreo, a pesar del fin del cierre gubernamental federal de 43 días que concluyó esta semana.
La medida se implementa para garantizar la seguridad operacional, la cual se vio comprometida por la escasez de controladores aéreos durante el shutdown.
Las restricciones provocaron inicialmente recortes de hasta el 6% de los vuelos en 40 aeropuertos del país, afectando a centros clave como el O’Hare de Chicago, Hartsfield-Jackson de Atlanta, Denver y Newark Liberty.
Recuperación Lenta y Ajuste de Recortes
El Secretario de Transporte, Sean Duffy, y el líder de la Administración Federal de Aviación (FAA), Bryan Bedford, informaron que la disminución de las operaciones se mantendrá en vigor, aunque no se escalará al 10% planeado inicialmente.
En un comunicado, el Secretario Duffy expresó que el equipo de seguridad de la FAA está “animado al ver el aumento de personal de control de tráfico aéreo”, lo que permite “pausar el calendario de reducción para darnos tiempo de revisar el espacio aéreo.”
Cifras de Afectación
Aún este jueves, se contabilizan cerca de 1.000 cancelaciones y más de 700 demoras a nivel nacional, según el sitio de rastreo Flightaware, aunque estas cifras representan una mejoría respecto al pico de 2.900 vuelos cancelados registrado el domingo pasado.
La Administración del presidente Donald Trump y la industria aérea estiman que se necesitará al menos una semana para que todas las operaciones regresen a la normalidad, a medida que los controladores, el personal de seguridad y los cientos de miles de funcionarios federales esenciales regresan a sus puestos y comienzan a recibir sus pagos atrasados.

