Escrito por Eduardo Martínez

“Exilio: Separación de una persona de la tierra en que vive. destierro, desarraigo”. Wikipedia dixit

 

El exilio es una palabra que los venezolanos de estos tiempos conocen. Son desgarradoras las fotografíasy videos de contingentes de venezolanos, familias completas, que deambulan por carreteras, selvas y desiertos para encontrar alguna tierra prometida.

 

Todo comenzó por vía aérea. Luego siguieron autobuses, hasta que quedaron en el horizonte las carreteras, trochas, selvas inhóspitas y el propio Mar Caribe.

 

Así emigraron decenas, cientos y hasta miles cada día, para engrosar una cifra lamentablemente cercana a unos 10 millones de personas. Uno de cada tres venezolanos habita hoy en día en otro país.

 

Esta proporción siembra un exilio en el corazón de quienes “todavía” estamos en Venezuela. Somos exilados en nuestra propia tierra. No sabiendo si todavía esta tierra es nuestra. Porque si algún día no la sentimos nuestra, lo más probable es que intentemos irnos, o que pensemos todo el tiempo en irnos. Lo cual probablemente sería peor.

 

Esa es lo que se ha llamado la “díaspora” venezolana. Término que resume nuestra crisis.

 

Todo aquel que se fue tiene sus razones: falta de oportunidades, persecución, hambres, miseria, quere ver a sus hijos crecer en otra parte, y tantas otras. Válidas todas y cada una de ellas.

 

A diferencia de otras épocas, los avances tecnológicos nos permite ver y oír a nuestros seres queridos que emigraron. Pero… claro que no los podemos tocar, ni abrazar, ni sentir el calor y las emociones que sienten en esas nuevas tierras. Es una lejanía cercana, pero sin embargo los sentimos cercanos, no los olvidamos y ellos no se olvidan de nosotros.

 

Si, el amor familiar de los venezolanos trasciende fronteras y distancias. Se organizan, comparten y sueñan con regresar. Siguen con sus costumbres y tradiciones, las comparten en esas tierras de llegada, contribuyen al bienestar de su nuevo país y son consecuentes.

 

Venezuela es como una “marca” que cerca de 10 millones de embajadores promueven cada día, y en todos los países del Mundo.

 

Hoy dedicamos nuestra edición de www.eastwebside.com al exilio venezolano. Hurgamos en libros, y nos topamos con dos interesantes escritos que hablan del exilio de principios del Siglo XX. Encontrando que, a pesar de trasncurrir unos 100 años, poco han cambiado las cosas, aunque si la cantidad de venezolanos que se han ido.

 

El primer escrito (1920), es de Leoncio Martínez, quien estando detenido en La Rotunda, escribió la “Balada del preso insomne”, poema en el cual piensa en el exilio.

 

En el segundo escrito (1958), Laureano Vallenilla-Lanz rememora en su biografía «Escrito de Memoria» sus conversaciones en París (1935) con el diplomático y escritor César Zumeta (hijo no reconocido de Antonio Guzmán Blanco) sobre las causas del exilio de los venezolanos en los años 20 del Siglo XX.

 

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@ermartinezd