Con información de DW

Desafiando todos los sondeos, que los daban desde hace meses como grandes perdedores, los socialistas de Pedro Sánchez resistieron y terminaron perdiendo por poco ante la oposición de derecha en el proceso electoral del domingo. El Partido Popular (PP) de Feijóo consiguió 136 escaños de un total de 350 escaños en el Congreso de los diputados, mientras que el partido de extrema derecha Vox , su único aliado potencial, consiguió 33.

Por tanto, suman 169 escaños, lejos de la mayoría absoluta de 176 que permite formar Gobierno. Del otro lado, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Sánchez obtuvo 122 escaños y Sumar, su aliado de izquierda radical, 31. Ambos suman 153. Si ninguno de los dos bloques logra formar Gobierno, los españoles se verán obligados a volver a las urnas en los próximos meses.

Frente a unos seguidores eufóricos que gritaban «No pasarán», la conocida consigna antifascista de la Guerra Civil, el presidente del Gobierno se mostró confiado en su capacidad para seguir al frente de España.

El PP y Vox, que conforman un «bloque involucionista (…) han salido derrotados», dijo Sánchez en un estrado frente a la sede del PSOE en Madrid. «Somos muchos más los que queremos que España avance y así seguirá».

La clave de todo es que, el PSOE y Sumar tendrán que asegurarse también la abstención de JxCat (7 escaños), el partido del independentista catalán Carles Puigdemont, huido en Bélgica para evadir la justicia española por su papel en la fallida secesión catalana en 2017. Sus líderes han advertido que no cooperarán con Sánchez para mantenerlo en el poder sin contrapartida.