Con información de DW.
La Administración Federal de Estados Unidos ha suspendido sus operaciones no esenciales a partir de este miércoles, después de que el Congreso y el presidente Donald Trump no lograran un acuerdo para la financiación gubernamental antes de la fecha límite.
Este es el primer cierre administrativo desde la parálisis de 35 días ocurrida hace casi siete años, y dejará en el limbo a cientos de miles de trabajadores federales.
El bloqueo legislativo se produjo al expirar el año fiscal a la medianoche del 30 de septiembre, sin que ninguna de las dos bancadas consiguiera los votos necesarios en el Senado para aprobar una extensión presupuestaria temporal.
Los republicanos no alcanzaron el apoyo demócrata requerido, mientras que la propuesta demócrata, que incluía mayores fondos para la salud, también fue desestimada.
Aunque los servicios vitales como las fuerzas armadas, la seguridad fronteriza y los aeropuertos seguirán operativos, sus empleados no percibirán sus salarios hasta que se resuelva el estancamiento.
La duración del cierre es incierta y dependerá de la capacidad de los legisladores para superar sus diferencias, centradas principalmente en subsidios sanitarios del programa Obamacare y recortes fiscales previos.