Con información de DW.

Militares mexicanos vigilaban la turística zona de Playas de Tijuana, junto al muro fronterizo en el estado de Baja California, mientras otro contingente aseguraba los límites del estado de Tamaulipas en la frontera con Estados Unidos, como parte del despliegue de miles de soldados al que se comprometió México para que Donald Trump frenara la imposición de elevados aranceles.

Casi 2.000 uniformados están reforzando la seguridad en Tijuana, del total de 10.000 que serán distribuidos por la frontera de 3.100 km luego del acuerdo alcanzado el lunes por Trump y la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum.

Los guardias nacionales inspeccionaron automóviles en la garita empleando perros detectores de narcóticos como parte del operativo.

Equipados con armas largas y el rostro cubierto, una docena de guardias vigilaba el muro y el mirador principal de la playa, un punto altamente frecuentado por locales y turistas, pero que también es paso de migrantes.

En el límite del estado mexicano de Tamaulipas con Estados Unidos, considerada la frontera más peligrosa, 300 agentes de la Guardia Nacional fueron desplegados este jueves como parte de la operación ‘Frontera Norte de Tamaulipas’.

«El objetivo es inhibir el trágico de drogas, inhibir el tráfico de personas, y también hacia México, inhibir el tráfico de armas”, comentó el inspector de la Guardia Nacional, Diego Rangel.

Desde el martes pasado, los agentes han llegado a la zona fronteriza, pero hasta este jueves comenzaron a patrullar las calles en la ciudad fronteriza de Matamoros, colindante con Brownsville, Texas, y en las localidades de Mier, Nuevo Laredo y Reynosa, zonas donde la violencia persiste.