Un hombre de los suburbios de Dallas que evadió el arresto durante más de 12 años después de que sus dos hijas adolescentes fueran asesinadas a tiros en 2008 fue condenado el martes por los asesinatos que, según los fiscales, fueron motivados por su obsesivo deseo de control.

Yaser Said, de 65 años, fue declarado culpable de asesinato capital por la muerte de Amina Said, de 18 años, y Sarah Said, de 17 años. Los fiscales no buscaron la pena de muerte, el juez condenó a Yaser Said a cadena perpetua sin libertad condicional.

La madre de los adolescentes, Patricia Owens, le dijo a su exesposo en una declaración de impacto en la víctima dada después del veredicto y la sentencia que ya no le tenía miedo. “Puedes mantener esos ojos malvados sobre mí todo el tiempo que quieras. Nunca volverás a derribarme”, dijo Owens. “Tampoco podrás lastimar a otra persona”.

La fiscal Lauren Black explicó en declaraciones finales que Said “manipuló y controló esa casa”, cuando las hijas de Said querían vivir sus propias vidas, él podía ver que estaba perdiendo el control. “Él no iba a poder lidiar con eso, así que les quitó la vida”.