Con información de CNN.
La inflación en EE.UU. se desaceleró más de lo previsto en febrero y se enfrió por primera vez en cuatro meses. Pero, este avance podría ser efímero, tras la guerra comercial de Donald Trump, que amenaza con aumentar los precios para los estadounidenses.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC), que mide la variación de precios de los bienes y servicios de consumo habitual, se situó en el 2,8% durante los 12 meses finalizados en febrero, lo que representa una desaceleración respecto a la tasa anual del 3% registrada en enero, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales publicados este miércoles. En términos mensuales, los precios subieron un 0,2%, frente al 0,5% de enero.
Los economistas esperaban que la inflación se desacelerara durante el mes ante la caída de los precios de la gasolina y la continua desinflación en los costes relacionados con la vivienda. Las estimaciones de consenso de FactSet apuntaban a un aumento del 0,3% con respecto a enero y del 2,9% anual.
Los futuros de las acciones estadounidenses subieron este miércoles tras la publicación del informe, recuperándose tras tres semanas de caídas. Los futuros vinculados al Dow Jones ganaron 320 puntos, o un 0,7%, los futuros del S&P 500 subieron un 1,2% y los futuros del Nasdaq subieron un 1,6%.
Las cifras de inflación de febrero fueron mejores de lo esperado gracias, en parte, a dos razones importantes y muy bienvenidas: los precios de los comestibles se mantuvieron estables durante el mes y los precios de la gasolina bajaron.
Los consumidores también se sintieron aliviados en el mercado de los huevos.