Con información del Diario las Américas
La icónica Torre de la Libertad de Miami reabrió oficialmente sus puertas este martes, marcando el fin de un ambicioso proyecto de restauración de dos años y la celebración del centenario del edificio.
En una emotiva ceremonia de corte de cinta en el 600 de Biscayne Boulevard, la reapertura consolidó el papel del monumento como un símbolo de esperanza y un centro cultural de primer nivel.
Los asistentes especiales pudieron recorrer las renovadas galerías, previo a la apertura al público. La atmósfera estuvo llena de celebración, nostalgia y profunda emoción.
Durante el evento, la presidenta del Miami Dade College (MDC), Madeline Pumariega, cuyos padres fueron refugiados en la torre, la describió como «más que una edificación histórica, un símbolo viviente del espíritu de Miami».
Para la comunidad cubanoamericana, la torre no es solo una estructura, sino «un faro de esperanza» y «un símbolo de libertad», a menudo comparada con la «Estatua de la Libertad del Sur». La alcaldesa del condado, Daniella Levine Cava, la calificó como «un lugar sagrado» para los refugiados, mientras que el alcalde de Miami, Francis Suarez, la ve como «una inversión en nuestro pasado, presente y futuro».
El proyecto de restauración, liderado por el MDC, fue una iniciativa público-privada de gran envergadura. El financiamiento incluyó $25 millones del Estado de Florida, además de subvenciones de la John S. and James L. Knight Foundation y el Fondo Nacional para las Humanidades.
Los trabajos, iniciados a finales de 2022, no solo repararon el desgaste de un siglo, sino que modernizaron completamente la infraestructura. La preservación fue minuciosa, desde la reparación de vigas hasta la restauración de murales y la replicación de azulejos originales con moldes de 1925.
Simultáneamente, la modernización incluyó nuevas rampas y ascensores para garantizar que cada rincón del edificio fuera accesible para todos.