Con información del Diario las Américas.
Congresistas demócratas de Florida urgieron al gobernador Ron DeSantis a proclamar un estado de emergencia debido a la vulnerabilidad alimentaria y a desplegar recursos estatales para contrarrestar la interrupción de los subsidios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), una medida que afecta a casi tres millones de residentes de Florida.
Esta petición surge a raíz de la paralización del gobierno federal, iniciada el 1 de octubre, que conlleva la suspensión de la ayuda para alimentos a partir del 1 de noviembre, fecha que se aproxima rápidamente.
La misiva enviada por los demócratas al gobernador DeSantis persigue que el estado intervenga ante lo que califican como una inminente “calamidad humanitaria y económica”.
Llamamiento a la Intervención
La solicitud oficial, rubricada el 28 de octubre por todos los miembros demócratas de la Legislatura de Florida, incluye a la líder del Senado Lori Berman y a la líder de la Cámara Fentrice Driskell, y detalla un esquema de cuatro puntos dirigido al gobernador.
El proyecto sugiere declarar una situación crítica por escasez de alimentos, autorizar el uso del Fondo de Preparación y Respuesta ante Emergencias para la adquisición de provisiones, encomendar al Departamento de Niños y Familias (DCF) la coordinación de la distribución de asistencia y pedir al Departamento de Agricultura y Servicios al Consumidor (FDACS) la ejecución de programas universales de comidas en las escuelas.
Los demócratas subrayaron que la grave coyuntura que enfrentan 3 millones de personas, incluyendo más de un millón de niños y 700.000 adultos mayores, justifica la utilización de las prerrogativas de emergencia del estado, sustentadas en el Capítulo 252 de los Estatutos de Florida.
Además, consideran que el estado posee la solvencia económica, gracias a su “reserva para épocas difíciles” de casi 5 mil millones de dólares, para afrontar la crisis.

