Con información de EFE.
Nicolás Maduro, se reunió con los jefes de los poderes públicos para evaluar la posibilidad de declarar un «estado de conmoción exterior» en todo el territorio nacional.
La medida, que se activaría por decreto, responde a lo que el gobierno considera «agresiones y amenazas» por el despliegue militar de Estados Unidos en el mar Caribe.
Según la Constitución venezolana, este estado de excepción puede decretarse en caso de un conflicto externo que ponga en peligro la seguridad de la nación, y tiene una duración inicial de 90 días, prorrogable por el mismo período.
El objetivo, explicó Maduro, es «blindar constitucionalmente las acciones» del Estado para garantizar la defensa, paz e integridad del país.
La decisión se discutió en el marco de una movilización militar y de simpatizantes oficialistas en Caracas, que se organizó en respuesta a las maniobras estadounidenses, calificadas por Washington como una operación contra el narcotráfico y por Caracas como un plan para forzar un cambio de régimen.