Con información de Diario Las Américas

Una propuesta del presidente Joe Biden, ideada en medio de su campaña por la reelección a la presidencia, busca otorgar estatus legal a inmigrantes indocumentados, casados con ciudadanos estadounidenses, lo que podría favorecer a más de un millón de personas que permanecen en el país de forma ilegal. La propuesta busca emplear el mecanismo de “parole in place”, un recurso que permitiría a estos individuos acceder a permisos de trabajo y eventualmente el camino hacia la ciudadanía estadounidense.

La idea más popular dentro de la Administración es utilizar esta herramienta de inmigración similar al Parole Humanitario que han usado para admitir refugiados, y del que ya existe una versión más pequeña para cónyuges sin estatus legal de veteranos militares. Si se aprueba la solicitud del permiso “Parole in Place”, la persona queda protegida de la deportación y también puede optar a la autorización de empleo.

Esta aprobación autoriza a la persona a permanecer en EEUU durante un tiempo determinado y recibe un documento I-94 como prueba de la libertad condicional y de una entrada legal.

Según estimaciones de la organización de defensa de la reforma de la inmigración (Fwd.us) existen aproximadamente 1,1 millones de inmigrantes indocumentados casados con ciudadanos estadounidenses que podrían beneficiarse de esta medida.

De concretarse esa iniciativa muchos de estos cónyuges inmediatamente son elegibles no sólo para permisos de trabajo sino también, potencialmente, para un camino hacia la ciudadanía al limpiar los escollos administrativos que actualmente les impiden recibir tarjetas de residencia.

La misma medida ya se aplica, aunque en una menor escala, a los cónyuges indocumentados de veteranos militares según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS).