Con información de Miami Diario
Entre las mayores amenazas a las que se enfrenta el condado de Miami-Dade, están las inundaciones. Muchas veces las casas y locales comerciales quedan bajo el agua, causando pérdidas masivas. Por esa razón, las autoridades aprobaron una nueva ley que podría ayudar a resolver este problema.
Con un aumento en la frecuencia de tormentas y la subida del nivel del mar, las comunidades locales enfrentan nuevos retos para manejar el agua pluvial que inunda calles y áreas residenciales. Ante esta realidad, las autoridades están tomando medidas decisivas que ayuden a mantener la infraestructura existente y la que está por venir.
Las lluvias intensas no solo afectan a las zonas costeras, sino también a vecindarios alejados del mar. En estos las calles suburbanas pueden quedar sumergidas debido a sistemas de drenaje insuficientes.
La preocupación, además de los daños materiales, se enfoca en la calidad del agua. El exceso de escorrentía arrastra contaminantes como fertilizantes y desechos hacia áreas sensibles, incluyendo la Bahía Biscayne.
En ese sentido, la alcaldesa Daniella Levine Cava destacó la importancia de adaptar las infraestructuras de Miami-Dade a los cambios ambientales. Para ello el condado aprobó una ley que obliga a las nuevas construcciones residenciales a usar materiales permeables. Es decir, que permitan que el agua de lluvia se filtre al suelo en lugar de desplazarse hacia las propiedades vecinas o a la calle.
La nueva ley, aprobada el miércoles 4 de septiembre, busca que los desarrolladores inmobiliarios adopten mejores prácticas para evitar que el agua de lluvia inunde calles y propiedades vecinas. A partir de ahora, los materiales como el asfalto y el hormigón, comúnmente usados en entradas de autos (driveways) y terrazas de piscinas, deberán ser reemplazados por materiales permeables.
Estos cambios aplicarán para proyectos de construcción de viviendas nuevas o cuando se hagan renovaciones importantes en las propiedades existentes. El objetivo es que el agua pluvial logre ser retenida en los terrenos para que no acabe en áreas públicas.