Con información de DW.
El secretario general de Naciones Unidas, el portugués António Guterres, calificó de «inaceptables» las sanciones impuestas el miércoles de forma «unilateral» por el Gobierno de Estados Unidos contra la relatora de la ONU para Palestina, Francesca Albanese. Más temprano, el alto comisionado para los Derechos Humanos también había pedido que se levantaran a la brevedad las medidas.
El portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, calificó además estas sanciones de «peligroso precedente», y se esforzó por subrayar que Albanese, como los demás relatores de derechos humanos, son independientes y reportan su trabajo al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, por lo que el secretario general «no tiene autoridad sobre ellos ni su trabajo».
Sin embargo, consideró que el trabajo de Albanese, como el de todos los relatores, «es extremadamente importante» porque forman «parte de la arquitectura de derechos humanos de la ONU». Y añadió que si algún país en concreto está en desacuerdo con el trabajo de la relatora, debería comunicarse con el Consejo en Ginebra «en lugar de emitir sanciones unilaterales».
Las sanciones a Albanese -que se ha mostrado particularmente crítica con Israel desde el comienzo de la ofensiva en Gaza- han merecido la condena de Amnistía Internacional y de Human Rights Watch, entre otras organizaciones. También el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, pidió a Washington reconsiderar la medida.
«Exhorto a Estados Unidos a levantar rápidamente las sanciones» contra la relatora, señaló Türk en un comunicado, en el que recordó que «los relatores especiales de la ONU abordan, por su naturaleza, cuestiones delicadas y a menudo divisivas». A la vez, argumentó que incluso en caso de «desacuerdo feroz» los gobiernos deben comprometerse con este trabajo de manera constructiva, en lugar de recurrir a medidas punitivas.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, anunció las sanciones, aunque no especificó en qué consistían. La experta nacida en Italia publicó a principios de este mes un informe en el que denuncia a las empresas que, según ella, «se beneficiaron de la economía israelí de ocupación ilegal, apartheid y ahora genocidio» en los territorios palestinos ocupados.
Según Rubio, Albanese está «incapacitada» para ejercer como relatora especial porque «ha expresado un antisemitismo descarado, apoyo al terrorismo y un abierto desprecio por Estados Unidos, Israel y Occidente».