Con información de EFE 

Los discursos de los países de las Américas que el martes abrieron la 79ª Asamblea General de Naciones Unidas coincidieron en la descripción de la peligrosa coyuntura mundial y las críticas por la incapacidad de la ONU para afrontarla, pero discreparon abiertamente en qué medidas deben aplicarse para revertir esta delicada situación.

Los presidentes de Brasil, EEUU, Colombia, Guatemala y Chile coincidieron en señalar que se sienten preocupados por males como las guerras, las divisiones geopolíticas y la incertidumbre del cambio climático. Por su parte, los líderes de Argentina y El Salvador criticaron que el mundo está perdiendo la libertad y se ha tomado un “rumbo trágico” y “sin esperanza”.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, fue el primero en hablar en la Semana de Alto Nivel de la ONU, se pronunció a favor de Palestina y en contra de la ofensiva de Israel “en Gaza y Cisjordania”, “que ahora se extiende peligrosamente al Líbano”, advirtió.

“Lo que comenzó como una acción terrorista de fanáticos contra civiles israelíes inocentes se ha convertido en el castigo colectivo de todo el pueblo palestino”, denunció Lula. El gobernante brasileño criticó a una ONU “cada vez más vaciada y paralizada”, defendió una “reforma amplia” de varios de sus organismos, la ampliación del Consejo de Seguridad y un cambio en la política de vetos, para que el sistema de Naciones Unidas sea “más eficaz y representativo”.

En similares términos se manifestó el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien vaticinó el comenzó del “fin” de la humanidad a causa del “genocidio” en Gaza y otras guerras.