Con información de DW

La ley de despenalización de la eutanasia fue promulgada por el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, tras casi seis años de proceso, dos vetos políticos y dos vetos del Tribunal Constitucional. El mandatario portugués ha promulgado la norma después de que el Parlamento decidiera no acatar su veto y aprobara la ley que despenaliza la muerte médicamente asistida por una aplastante mayoría el pasado día 12.

La norma fue aprobada con 129 votos a favor, 81 en contra y 1 abstención. El Partido Socialista, que gobierna con mayoría absoluta, fue apoyado por el Bloque de Izquierda, los animalistas, Livre e Iniciativa Liberal, el único partido de centroderecha que se sumó a la iniciativa.

El texto define la muerte médicamente asistida como la que «ocurre por decisión propia», aplicable en mayores de edad que demuestren un «sufrimiento de gran intensidad, con lesión definitiva de gravedad extrema o enfermedad grave e incurable» y cuando es «practicada o ayudada por un profesional de la salud».

Da prioridad al suicidio asistido y podrá aplicarse en casos de enfermo incapaces físicamente de hacerlo por sí mismos. Limita, además, el procedimiento a ciudadanos portugueses o con residencia en el país. Según un reciente sondeo encargado por medios locales, el 61% de los portugueses está a favor de despenalizar la eutanasia.