Con información de Infobae

El príncipe Harry estuvo en un tribunal de Londres el lunes cuando el abogado de un grupo de tabloides británicos se preparaba para pedirle a un juez que desestimara las demandas del príncipe, Elton John y varias otras celebridades que alegan escuchas telefónicas y otras invasiones de la privacidad. La audiencia involucra una de varias demandas que Harry, también conocido como el duque de Sussex, ha presentado contra los medios y que además se espera que dure cuatro días.

La presencia de Harry en el Tribunal Superior de Londres es una señal de la importancia que le da al caso. Associated Newspapers, que publica títulos que incluyen el Daily Mail, está solicitando al Tribunal Superior que ponga fin a las demandas presentadas por un grupo de personas de alto perfil que buscan daños y perjuicios por el uso indebido de información privada.

Otros demandantes incluyen al esposo de John, David Furnish, y las actrices Liz Hurley y Sadie Frost. La denuncia es contra la editorial y se remonta a un texto publicado en febrero de 2022 en el que se alega que el príncipe trató de mantener en silencio un conflicto familiar ante la negativa del Gobierno británico de permitirle pagar por un servicio de seguridad policial privada luego de que ésta le fuera quitada al renunciar al trono.

Entonces, el medio publicó un texto en el que se leía: “Exclusivo: Cómo el príncipe Harry trató de mantener en secreto su batalla legal contra el Gobierno por los guardaespaldas de la policía… entonces, sólo unos minutos después de que estallara la historia, su maquinaria de relaciones públicas trató de darle un giro positivo a la disputa”.

Según sostiene la defensa del Duque, el periódico lo calumnió al asegurar que mintió en sus declaraciones públicas iniciales sobre la demanda contra el Gobierno y asegura que los hechos presentados en el texto no respaldan el argumento presentado por la contraparte de que se trata, en realidad, de una “opinión honesta”. El conflicto sobre la seguridad personal de Harry y su familia comenzó en 2020, luego de que decidieran radicarse en los Estados Unidos. Desde entonces, el matrimonio batalla con el Gobierno británico para que les proporcionen seguridad policial durante su visita al país, la cual es financiada con fondos públicos.

Ante la negativa a esta solicitud, el Príncipe ha pedido pagar personalmente por la seguridad para, así, poder viajar tranquilo junto a su pareja y sus dos hijos -Archie, de casi 4 años, y Lilibet, de casi 2-. Sin embargo, nuevamente le fue denegado, aunque en 2022 un juez autorizó a Harry a demandar al Gobierno, un caso que aún no ha llegado a juicio.