Con información de El País de España
Los combatientes rebeldes sirios derrocaron al gobierno Bashar al-Assad, tras haber liberado Damasco la capital del país.
«Declaramos la ciudad de Damasco libre del tirano Bashar al-Assad«, dijo Hassan Abdul-Ghani, alto comandante del grupo militante Hayat Tahrir al-Sham, conocido como HTS, en un mensaje en WhatsApp. «A los desplazados de todo el mundo, Siria Libre los espera».
Trece años de sangrienta guerra civil más tarde y en apenas 11 días de ofensiva relámpago, las tropas rebeldes tomaron Damasco, la capital del país y centro de la cúpula de poder, sin encontrar resistencia.
El Estado Mayor del régimen notificó a los oficiales durante la madrugada el fin de la dictadura y pidió a los soldados que aún no lo habían hecho, que se rindieran.
El primer ministro, Ghazi al Jalali, que asumió el cargo el pasado septiembre, manifestó su disposición a cooperar con el nuevo liderazgo que elijan ahora los sirios. El país está “libre de El Asad”, anunció a los rebeldes tras su entrada en Damasco.
Los insurgentes agregaron que habían “liberado a todos los oprimidos de las prisiones del régimen”. Poco antes de que los rebeldes tomaran la televisión pública, miles de ciudadanos ya festejaban el fin de la dictadura en las calles de la capital, como muestran innumerables imágenes difundidas en las redes sociales.
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