Con información de Miami Diario 

El Departamento de Policía de Miami-Dade se encuentra investigando varios casos relacionados con contrabando de drogas y corrupción pública en las cárceles del condado. Los agentes de seguridad creen que hay una red amplia que está conformada por varias personas, entre ellas oficiales penitenciarios.

Durante la segunda semana de marzo, el director policial Alfredo Ramírez, informó que uno de sus detectives a cargo de la investigación de narcóticos, fue emboscado. El agente encubierto recibió un disparo por parte de un sospechoso. De acuerdo a información de Local10, el detective herido fue atacado mientras vigilaba a Atiba Moore, quien estaría involucrado en un caso de corrupción pública en las cárceles del condado.

Al realizar su respectiva labor de seguimiento, algo ocurrió y el detective se estrelló contra la parte trasera del auto del sospechoso. Minutos más tarde, una bala rozó la cabeza del oficial, ocasionando que este saliera del vehículo.

Al estar fuera, el agente encubierto recibió el disparo a manos de Steve Gallon IV, quien es hijo del miembro de la Junta Escolar de Miami-Dade, Steve Gallon III. No está claro si el sujeto forma parte de la red delictiva y si estaba cuidando las espaldas a Moore.

Steve de 32 años está acusado de intento de asesinato de un oficial de la ley con un arma de fuego. Mientras que Atiba Moore de 30 años enfrenta cargos por cometer asesinato en primer grado. Adam Goodman, abogado penal que no tiene vínculos con el caso, destacó para Local10 que no pueden llevar ningún tipo de pruebas en papel a los recintos penales. Esto se debe a que estarían utilizando documentos para transportar estupefacientes.

Un informe de la policía reveló que varios agentes registraron el vehículo en el que Moore se trasladaba, durante el tiroteo y detectaron una hoja de papel con drogas, lo que eleva las sospechas de los departamentos de seguridad de la zona. Las sospechas de los agentes de seguridad cobran mayor fuerza, luego que el abogado penal recibiera una llamada de una de las instalaciones de la prisión. En ella, le preguntaban si había enviado un paquete a uno de los reclusos. Goodman dijo que recibió la devolución de lo que parecía ser un simple sobre de manila. No obstante, el abogado lo llevó a la policía para su revisión y tras un chequeo se percataron que el paquete contenía droga.