Con información de El Pais

La Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia confirmó la muerte del jefe de la compañía de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, tras estrellarse el avión en el que viajaba. Los 10 pasajeros que iban a bordo han muerto, según el Ministerio de Emergencias ruso.

Desde el entorno de Wagner confirman que en el aparato viajaban tanto su jefe como uno de sus comandantes más importantes, el ultraderechista Dmitri Utkin, antiguo agente del servicio de inteligencia del ejército y que participó en la incursión rusa en la región ucraniana de Donbás tras la anexión ilegal de Crimea en 2014.

Este siniestro se produce a los dos meses del motín que Prigozhin protagonizó contra el Kremlin. Entonces, columnas de blindados se dirigieron durante horas a Moscú, en lo que supuso la mayor amenaza que ha conocido el presidente Vladímir Putin en sus más de dos décadas en el poder.

Prigozhin había reaparecido el lunes en un país indeterminado de África. Supuestamente indultado por el presidente Putin a cambio de trasladar el Grupo Wagner a Bielorrusia, el empresario difundió un vídeo en el que aparecía ataviado con un traje de camuflaje y un rifle de asalto. “Estamos trabajando”, aseguraba el jefe de los mercenarios.

“Temperatura, más de 50 grados, como nos gusta. El Grupo Wagner realiza tareas de reconocimiento. Hacemos que Rusia sea aún más grande en todos los continentes y que África sea aún más libre”, manifestaba el empresario casi dos meses después de desafiar al mandatario. La misma tarde del miércoles, al poco tiempo de conocerse el siniestro del avión, comenzaron a llegar las primeras reacciones internacionales. “No sé exactamente qué ha pasado, pero no estoy sorprendido”, aseguró el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.