Con información de Telemundo51

Algo que arrancó el día domingo, se prolongó en el inicio de la semana con larga espera en las gasolineras al sur de Florida, mientras que decenas de camiones cisternas esperan en línea para entrar a Port Everglades y cargar combustible.

En conferencia de prensa, las autoridades del puerto confirmaron que las operaciones de entrega de combustible están apenas por encima del 50%, ellos explican que usualmente trabajan con 12 zonas de despacho y que actualmente solo han reabierto 7. El presidente del puerto, Jonathan Daniels, CEO de Port Everglades, comenta que en un día regular se cargan 1200 camiones cisterna y que las inundaciones llevaron al cierre de esas operaciones durante 36 horas entre miércoles y viernes, lo que generó un retraso de 2600 entregas, aproximadamente.

André Khouri, vocero de la Asociación Automovilística Estadounidense explicó que deben manejar la seguridad primero … evaluar primero el riesgo en el puerto y la mejor manera de hacerlo es de forma ordenada y segura para que los camiones puedan salir rápidamente del puerto.

Florida sólo recibe combustible mediante buques que llegan a cuatro puertos del estado desde refinerías localizadas en el golfo de México o en la costa este de EEUU. Port Everglades, en Broward, suministra combustible a doce condados del sector sur, especialmente a Monroe, Miami-Dade y Broward.

“No existe un desabastecimiento. Los inventarios de gasolina son bastante sólidos. Lo que existe es un problema logístico que hace que los camiones no puedan entrar para sacar combustible”, explica el vocero de la Asociación Automovilística Estadounidense. Las autoridades del puerto insisten en que están recibiendo envíos desde Tampa y Puerto Cañaveral e instan a no llenar el tanque por pánico.

Las autoridades dijeron que había un suministro adecuado de combustible almacenado, además de varios buques cisterna en el puerto y en alta mar esperando para descargar más combustible. El público puede experimentar algunos retrasos en la entrega, lo cual es típico después de los desastres naturales, dijeron funcionarios de Broward.