Con información de EFE.

La comunidad de Los Ángeles se resistió este domingo a doblegar su defensa de los indocumentados, a pesar de las amenazas del Gobierno de Donald Trump de más redadas migratorias y la represión de las protestas con los soldados de la Guardia Nacional.

Una multitud se reunió por tercer día consecutivo en el centro de Los Ángeles para manifestarse en contra de las redadas masivas a migrantes de parte del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés), que ha dejado más de 100 personas arrestadas y la militarización de la ciudad.

Las tensiones se intensificaron después de que Trump ordenara el despliegue de 2.000 soldados de la Guardia Nacional en la ciudad, para resguardar el edificio federal de inmigración ubicado en el centro de Los Ángeles.

Los manifestantes se enfrentaron a gritos con unas dos docenas de soldados y a centenares de agentes del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), a los que acusaron de traicionar a la comunidad con consignas de «debería darles vergüenza».

Para dispersar la congregación, el LAPD declaró la manifestación de este domingo como una «asamblea ilegal», lo que generó que los disidentes se tomaran la Autopista 101, donde bloquearon el tráfico por varias horas a lo que la policía respondió con el uso gases lacrimógenos.

Jim McDonnell, jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, aseguró en una conferencia de prensa- que estaba convencido de que las personas que ejercían actos de violencia no eran las mismas que participaban pacíficamente en las protestas durante el día.

«Son personas que van encapuchadas. Algunos los llaman anarquistas, pero son personas que nos encontramos de forma rutinaria», declaró McDonnell.

La tensión promete seguir este lunes cuando están programadas dos manifestaciones: una contra la prohibición de entrada a extranjeros de 12 países y la otra la que exige la liberación del líder sindical David Huerta, presidente del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios y Trabajadores de Servicios Unidos Oeste (SEIU-USWW), detenido el viernes pasado cuando respondió a una redada migratoria en una empresa del centro de Los Ángeles.