Con información de Infobae.
El estado de Texas ordenó a sus universidades públicas identificar a los estudiantes indocumentados que hasta ahora se beneficiaban de matrículas reducidas para residentes, con el objetivo de exigirles el pago completo a partir del semestre de otoño de 2025.
Esta medida, que afecta a miles de jóvenes, surge tras un reciente fallo judicial que ha modificado el acceso a la educación superior para quienes carecen de estatus legal en el país.
La instrucción proviene de Wynn Rosser, comisionado de la Junta Coordinadora de Educación Superior de Texas, quien ha solicitado formalmente a las instituciones universitarias que “reclasifiquen” como no residentes a los estudiantes sin documentación migratoria.
En una carta citada por The Texas Tribune, Rosser especifica que “se les cobrará la matrícula de no residente para el semestre de otoño de 2025”. Esta decisión representa un cambio drástico en la política educativa del estado, que durante más de dos décadas permitió a ciertos jóvenes indocumentados acceder a la universidad en igualdad de condiciones económicas que los residentes legales.
Esta normativa permitía que jóvenes que no son ciudadanos estadounidenses, pero que residían en Texas y se graduaron de secundaria en el estado, pudieran pagar la misma matrícula universitaria que los residentes legales.
El fallo judicial responde a un recurso presentado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que argumentó que el estado estaba “discriminando de manera inconstitucional” a los ciudadanos estadounidenses en “beneficio” de los extranjeros. Esta interpretación legal ha tenido consecuencias inmediatas para la vida de miles de estudiantes y sus familias.