Con información de DW.
Un tribunal de apelaciones autorizó al Gobierno del presidente Donald Trump poner fin al Estatus de Protección Temporal (TPS) para 60.000 inmigrantes de Honduras, Nicaragua y Nepal, lo que marca una nueva victoria de la Casa Blanca en su cruzada por terminar con el beneficio migratorio otorgado por el Ejecutivo.
Un panel del Noveno Circuito de Apelaciones en California suspendió la orden de un tribunal de distrito que había permitido a los inmigrantes continuar con el amparo que protege de la deportación a alrededor de 51.000 hondureños y casi 3.000 nicaragüenses.
Los beneficiarios nepalíes del TPS afectados por el fallo han vivido legalmente en Estados Unidos durante más de 10 años, mientras que los beneficiarios hondureños y nicaragüenses afectados han mantenido por más de 26 años.
Las órdenes de terminación del amparo del Departamento de Seguridad Interna les otorgan solo 60 días a los inmigrantes antes de perder el estatus.
Los inmigrantes amparados por el TPS habían demandado al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) alegando que puso final al amparo, que los protege de la deportación, debido a «animosidad racial».
En ese sentido, la subsecretaria del DHS Tricia McLaughlin argumentó a comienzo de mes que la cancelación del amparo responde a un mandato para «restaurar la integridad» del sistema migratorio y regresar la meta original del TPS.