Con información de CNN 

Donald Trump se preparó para su debate con Kamala Harris mostrando el extremismo que corre el riesgo de favorecer la afirmación de la vicepresidenta de que es un “hombre poco serio” que constituye una amenaza “extremadamente grave” si regresa a la Casa Blanca.

Trump advirtió que procesará a los funcionarios electorales que considera tramposos; se queja de que la votación en Pensilvania es un fraude; prometió indultar a los alborotadores del 6 de enero; criticó a las mujeres que lo acusaron de conducta sexual inapropiada; y pasó horas en los últimos días en diatribas a veces incoherentes que plantearon preguntas sobre su estado mental.

Pero nuevas encuestas previas al enfrentamiento del martes en Filadelfia muestran que la carrera está empatada a nivel nacional, lo que sugiere que el impulso de Harris después de reemplazar al presidente Joe Biden en la fórmula no ha resultado en una ventaja dominante.

La reñida contienda muestra tanto el atractivo duradero de Trump para decenas de millones de estadounidenses en su búsqueda de un regreso político como la enorme tarea que enfrenta Harris mientras intenta salvar una elección que los demócratas parecían condenados a perder antes de que Biden se retirara.

Eso hace que el debate de este martes —el primero desde el importante enfrentamiento de junio en CNN que finalmente puso fin a la campaña de Biden— sea el evento programado más crítico antes del día de las elecciones.